ADICCIÓN A LAS REDES Y A LA TECNOLOGÍA





¿UN PROBLEMA ACTUAL?


Si vamos y vemos la definición de lo que es la adicción nos encontramos con es o son: Hábito de conductas peligrosas o de consumo de determinados productos, en especial drogas, y del que no se puede prescindir o resulta muy difícil hacerlo por razones de dependencia psicológica o incluso fisiológica.
• En nuestro caso se refiere al consumo incontrolado de las redes y la tecnología. Como cualquier cosa estas dos son tanto buenas como malas, pero nosotros nos vamos a centrar en este punto malo que estos implican y generan a la sociedad.

• Hoy en día, internet es, para muchos, una herramienta casi indispensable para trabajar, relacionarse con otros y hasta planificar distintos tipos de actividades.
• En su justa medida, su uso es positivo, ya que se utiliza como un medio para facilitar y hacer mucho más llevaderos distintos aspectos de la vida cotidiana. Sin embargo, están aquellos que no pueden vivir sin las redes sociales. Tal es la adicción que llegan a modificar muchas situaciones, rutinas y hasta sus relaciones interpersonales.
• Nora Leal Marchena, médica psiquiatra, explicó a Infobae que la mayoría de la gente usa las redes sociales porque estas permiten expresar distintas versiones idealizadas de uno mismo. No obstante, muchas no son ciertas sino mentirosas y hasta están los que se ocultan bajo el anonimato: un ejemplo muy común son los "trolls" o personas que bajo otra identidad comentan estados, fotos o videos.
• "Es frecuente publicar fotos de épocas en que eran más jóvenes, muy producidas o retocadas, también están los que ponen fotos de otras personas lindas y jóvenes. Quien tenga baja autoestima puede dar rienda suelta a sus deseos y fantasías mucho más fácil a través de las redes, ya que no hay que poner la cara para afrontar las mentiras y resulta mucho más fácil que hacerlo personalmente", dijo la experta.
• Esconder lo negativo y mostrar el éxito ha producido un descenso en la valoración que se tienen a sí mismos aquellos que están con problemas o que consideran que a los otros les va mejor. Lejos de sentirse acompañados, perciben mucho más el aislamiento y la diferencia porque se comparan con ese espejo y siempre se sienten perdedores.
• Según la psicóloga Adriana Guraieb, la problemática es que quedan enceguecidos por la vida del otro en lugar de conseguir optimizar la propia. También está la ilusión de que se van a encontrar todos los resultados esperados en cuanto a las inseguridades que se tienen y finalmente eso no resulta así. "Las razones por las cuales un usuario muestra una vida feliz, cuando a veces no la tiene, responde a muchas motivaciones. Entre ellas podemos destacar la necesidad de aprobación, algo esencial en los seres humanos, ya que es casi natural querer que nos acepten. También nos encontramos con la necesidad de pertenencia, porque deseamos que nos incluyan dentro de un determinado circuito social o profesional ", aseguró a este medio Guraieb.
• Y agregó: "Hay una necesidad de obtener cierto estatus y convencer a los demás de que se tiene una posición económica o de liderazgo que se pueda asociar al éxito y la prosperidad. Por supuesto, existe el afán de prestigio, las ganas de ser importante y de sobresalir; en otras palabras, se tratan de satisfacer todas nuestras necesidades narcisistas".






Internet constituye una tecnología que ha impactado especialmente a las personas jóvenes y les ha proporcionado muchos beneficios. Pero algunas personas llegan a estar obsesionadas con Internet, se muestran incapaces de controlar su uso y pueden poner en peligro su trabajo y sus relaciones. Este artículo aborda el problema del uso inadecuado de estas tecnologías. El uso y abuso de Internet están relacionados con variables psicosociales, tales como la vulnerabilidad psicológica, los factores estresantes y el apoyo familiar y social. Hay algunos factores de riesgo específicos para el abuso de las redes sociales entre los jóvenes. Algunas señales de alarma se disparan antes de que una afición se convierta en una adicción. El concepto de �adicción a Internet� se ha propuesto como una explicación para comprender la pérdida de control y el uso dañino de esta tecnología. Los síntomas de la adicción a Internet son comparables a los manifestados en otras adicciones. Deben programarse estrategias preventivas tanto en el seno de la familia como en la escuela sobre la base de los factores de riesgo y de las características demográficas de los sujetos. El objetivo del tratamiento, a diferencia de otras adicciones, debe ser el uso controlado. El tratamiento psicológico de elección es el control de estímulos y la exposición gradual a Internet, seguido de un programa de prevención de recaídas. Se requiere más información sobre los programas más adecuados para los pacientes más jóvenes, así como estrategias motivacionales para el tratamiento. Se comentan las implicaciones de esta revisión para la práctica clínica y la investigación futura en este campo, así como las limitaciones actualmente existentes. Todos podemos visualizar perfectamente la realidad tras la encuesta: la persona de mediana edad que espera el semáforo mientras consulta su smartphone, la pareja joven cenando a la luz de los móviles, ligar mediante aplicaciones móviles o los niños que mandan su invitación de cumpleaños a través de Whatsapp. Tal vez para alguien esto pueda resultar extraño, pero para la mayoría no, el hecho es que ya estamos acostumbrados a convivir con las nuevas tecnologías. Hay un concepto cada vez más extendido “el Internet de las cosas” que se refiere a la interconexión digital de objetos cotidianos con internet; por ejemplo un frigorífico “conectado” que nos avisa al móvil de la fecha de caducidad de uno de nuestros alimentos, o nos dice qué nos falta por comprar. ¡Fantástico! pero… ¿somos capaces de ver su lado potencialmente peligroso o perjudicial? Conociendo la magnitud y el impacto de las nuevas tecnologías de la comunicación e información (TIC) en la sociedad, cabe preguntarse de qué forma o formas incide el uso de Internet, el móvil y las redes sociales en las relaciones y el estado emocional de las personas.

Es normal la rápida introducción y aceptación de las nuevas tecnologías: acceso fácil e instantáneo a información de cualquier temática y procedencia, posibilidad de comunicación inmediata y sencilla, voz y/o imagen desde cualquier lugar y en cualquier momento, nuevas herramientas para la publicidad, marketing, búsqueda de empleo, compras, ocio…

Estas características: inmediatez, proximidad, globalización, deslocalización, etc., que las hacen tan atractivas son al mismo tiempo: anonimato, sensación de libertad, apariencia de seguridad o de menor exposición, etc., las que pueden “engancharnos”, incluso en algunas personas, desencadenar problemas psicológicos en forma de adicción a la tecnología o adicción a las redes sociales.


¿Dónde está el origen de la adicción a las redes sociales?

Hay ciertas características en el uso de Internet que lo hacen particularmente adictivo:
La inmediatez, el estar interactuando y participando en la Red puede ayudar a que algunas personas no se sientan solas en la comodidad de sus hogares.
El atractivo visual y auditivo: los sentidos se implican y se estimulan positivamente, variables cognitivas como la atención, concentración y memoria, la toma de decisiones y planificación en los juegos (lo que por otro lado le confiere potencial adictivo).
La participación social (aunque esto es muy matizable como explicaré más adelante): tienes opinión y voz en foros en los que participa otra gente, incluso si eres tímido, inseguro y temeroso, ya que puedes guardar tu intimidad detrás del anonimato.


¿Qué sabemos de la adicción a la tecnología?

El concepto de adicción se ha utilizado principalmente referido al campo de las sustancias tóxicas susceptibles de generar tolerancia, dependencia y abstinencia en quien las consume, es decir, la necesidad de incrementar la cantidad de sustancia para obtener los mismos efectos y la necesidad de tomar la sustancia para afrontar un nuevo día, porque de lo contrario aparecen sensaciones de malestar físico y/o emocional que nos impulsan a consumirla de forma inmediata.
Cuando hablamos de adicción a la tecnología, tratamos de traducir estos conceptos a este campo, y es necesario hacer una importante adaptación, ya que la adicción al móvil o la adicción a las redes sociales, no tienen por objeto una sustancia química nociva sino una conducta sobre la que se pierde el control y tiene riesgo de convertirse en un “refugio” contra el miedo o sufrimiento que nos produce enfrentarnos a determinados problemas: una persona puede hablar por el móvil o conectarse a Internet por la utilidad o el placer de la conducta en sí misma; una persona adicta, lo haría buscando de un modo sistemático el alivio del malestar emocional (aburrimiento, soledad, malhumor, rabia, nerviosismo, etc.) (Marks, 1990; Potenza, 2006; Treuer, Fábian y Füredi, 2001), facilitando el aislamiento social y un impacto negativo en diferentes áreas de su vida.

¿Cuáles podrían ser los indicadores de una adicción a la tecnología?

Hay algunas señales de alarma que se encienden antes de que una afición se convierta en una adicción:
1.Secuencia permaneces conectado a internet más tiempo del que tenías previsto, incluso llegas a perder la noción del tiempo porque te hace sentir más relajado que otra actividad.
2. Te pones de mal humor o evitas ir a lugares en los que no vas a poder conectarte a internet o la conexión resulta lenta.
3. Interfiere en tus obligaciones o en actividades vitales como el sueño, la alimentación, el ocio. Dormir menos de 5 horas para estar conectado podría indicarnos que estamos haciendo un uso peligroso.
4. Has intentado limitar el tiempo de uso del móvil, la tablet u ordenador, y no lo has conseguido o te has sentido ansioso, malhumorado o triste al disminuirlo.
5. Descuidas otras actividades importantes, como el contacto con la familia, las relaciones sociales, el estudio, trabajo o el cuidado de la salud, y has recibido comentarios al respecto, del tipo “estás enganchado” al móvil o a internet. Tratas de ocultarlo o le restas importancia.
6. Chequeas el móvil de forma casi automática, incluso en las situaciones más inverosímiles o inaceptables (en el cine, gimnasio, durante una reunión de trabajo, conduciendo…). Es lo primero que haces al levantarte y lo último antes de acostarte.
7. Si te dejas el móvil en casa, te sientes mal porque no puedes responder en el momento o temes estar perdiéndote algo interesante (es el conocido FOMO (Fear Of Missing Out), “miedo a perderse algo”, del que hablaré más adelante)



Las señales de alerta para la adicción a las tecnologías se refieren a la forma en que la persona las usa:
· Baja percepción del riesgo e influencia en sus relaciones y actividades cotidianas.
· Comportamientos que se vuelven automáticos, emocionalmente activados y con poco control cognitivo sobre el acierto o error en las decisiones.

Adicción a las Redes Sociales: Factores de Riesgo y Factores de protección

Los principales factores de riesgo son la vulnerabilidad psicológica o determinadas características de personalidad, el estrés ambiental (fracaso escolar o laboral, frustraciones afectivas o competitividad excesiva), aislamiento social, familias con baja cohesión y la presión del grupo.
Al mismo tiempo, los factores de protección están estrechamente relacionados con tener buenas habilidades de afrontamiento (resolver problemas, buscar soluciones en vez de distraerse con el móvil), el entorno social sano y el apoyo familiar.
















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